¿Qué es una Reserva de la Biosfera y cuál es su función?

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en adelante UNESCO) otorgó la declaración de Reserva de la Biosfera al Macizo de Anaga el pasado año 2015, situado en el noreste de Tenerife (Islas Canarias, España). A raíz de este proceso consideré oportuno redactar las siguientes líneas para contribuir a la difusión de las principales características de una Reserva de la Biosfera y sus implicaciones territoriales, además de ayudarme a poner en orden algunas ideas.

La protección de los diferentes ecosistemas terrestres y marinos en España se lleva a cabo mediante la coexistencia de distintas figuras de protección, y para conocer el encuadre de las Reservas de la Biosfera podemos tomar como referencia el siguiente esquema general:

• Categorías de protección de ámbito internacional: Reservas de la Biosfera (no son las únicas). 
• Categorías de protección de ámbito europeo: destaca la Red Natura 2000, integrada por las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). 
• Categorías de protección de ámbito regional y local: Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos (ENP). 

Como indica el título del artículo, centraremos la atención en las Reservas de la Biosfera.

1. ¿Qué es una Reserva de la Biosfera y cuál es su principal estructura?

Una Reserva de la Biosfera es un territorio cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de la población con su entorno. Las Reservas se establecen sobre zonas ecológicamente representativas o de valor único, en ambientes terrestres, marinos y/o costeros, en las cuales la integración de las comunidades locales y sus actividades con la conservación son piezas clave (UNESCO, 2016).

Una Reserva es propuesta por un gobierno nacional a los órganos pertinentes del MaB (más adelante explicamos el significado de esta sigla) y permanece bajo la jurisdicción soberana del país en el que se localiza, siendo reconocida internacionalmente (UNESCO, 2016).

La estructura de una Reserva está integrada por 3 zonas vinculadas entre sí, las cuales presentan funciones complementarias porque todas ellas deben contribuir al cumplimiento de las funciones de la Reserva (UNESCO, 2016):

• La zona o zonas núcleo, compuesta por un ecosistema estrictamente protegido que contribuye a la conservación de la riqueza natural de la Reserva. Por tanto, la protección es la principal función de esta zona. 
• La zona o zonas tampón, que rodean a las anteriores, por lo que actúan como regiones para amortiguar los efectos de las acciones humanas sobre las zonas núcleo. Por tanto, en ellas tienen lugar actividades compatibles con los fines ecológicos de la Reserva, que fomenten la investigación científica, la vigilancia y la educación. 
• La zona o zonas de transición, donde se promueven actividades económicas sostenibles para favorecer el desarrollo socioeconómico de la población local. 

Para que consultes un ejemplo de la delimitación por zonas comentada anteriormente, incluimos la figura 1:

Figura 1. Zonificación de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria

Fuente: Cabildo de Gran Canaria, 2016

La declaración de un espacio como Reserva de la Biosfera no constituye una categoría estática, al contrario, debe ser objeto de una revisión periódica, que según el Marco Estatuario de la Red Mundial de las Reservas de la Biosfera, es cada 10 años. Mediante este proceso se analiza el funcionamiento de la Reserva, la zonificación, la escala y la participación de la población local en la misma. La autoridad competente redacta los informes preceptivos, que son remitidos a la secretaría del estado en cuestión para su consulta por los consejos consultivos y órganos internacionales competentes en esta materia (UNESCO, 2016).

2. Principales características

Los rasgos más importantes de una Reserva según la UNESCO (2016) son los siguientes:

• Lograr tres funciones interrelacionadas, la conservación, el desarrollo y el apoyo logístico. 
• Combinar áreas en las que la principal finalidad sea la conservación con otras donde el desarrollo sostenible sea fomentado por la población local y el tejido empresarial de la zona, a menudo con sistemas de gobierno innovadores y participativos. 
• Fomentar la participación de las comunidades locales en el proceso de gestión de la Reserva. 
• Promover el uso del diálogo para la resolución de los conflictos en relación con la utilización de los recursos naturales. 
• Integrar la diversidad cultural y la biológica del espacio, para fomentar el papel de las prácticas o conocimientos tradicionales en la gestión de los ecosistemas. 
• Demostrar prácticas firmes de desarrollo sostenible y políticas basadas en la investigación y el monitoreo. 
• Actuar como ámbitos para la formación y la educación, con especial incidencia en la sostenibilidad. 
• Participar en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera (RMRB). 

La esencia de esta figura es que debe contemplar de forma integrada la conservación y el desarrollo y debe contribuir al funcionamiento en red participando, intercambiando, colaborando y comunicando. La Red supone una forma de trabajar en las Reservas de la Biosfera de manera que los aprendizajes y conocimientos fluyan para beneficio de la totalidad de sus integrantes (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España y UNESCO, 2016).

3. La Red Mundial de Reservas de la Biosfera

La Red Mundial de Reservas de la Biosfera (en adelante RMRB) está integrada por los espacios así declarados en el planeta, que según datos de UNESCO (2016), comprenden 651 Reservas distribuidas en 120 países, incluyendo 15 sitios transfronterizos (Reservas delimitadas entre dos o más países) (figura 2).

Figura 2. Reservas de las Biosfera en el Mundo (2010)

Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España, 2016

La RMRB del Programa MaB promueve la colaboración Norte-Sur y Sur-Sur y se configura como una herramienta esencial para la cooperación internacional mediante el intercambio de conocimientos, experiencias, el desarrollo de capacidades y la promoción de las mejores prácticas (UNESCO, 2016). En la actualidad, el objetivo prioritario del Programa MaB es potenciar la Red Mundial y mejorar el funcionamiento de las Reservas de la Biosfera.

A lo largo de este artículo hemos citado al Programa MaB (Man and the Biosphere). Éste fue creado por la UNESCO en el año 1971 y se trata de un programa científico intergubernamental que tiene como principal finalidad establecer una base científica para mejorar las relaciones entre las personas y su entorno. El Programa MaB promueve la investigación interdisciplinar en ciencias naturales y sociales y la capacitación en gestión de los recursos naturales, en particular, sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad (UNESCO, 2016).

4. La Red Española de Reservas de la Biosfera

La Red Española de Reservas de la Biosfera (en adelante RERB) está formada por los espacios así declarados en España. Durante el año 2015 la Red alcanzó la cuantía de 47 Reservas distribuidas por 15 comunidades autónomas del país, siendo tres de ellas transfronterizas y una de éstas intercontinental. La coordinación del desarrollo en España del Programa MaB de la UNESCO recae en el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España (2016).

La figura 3 recoge un mapa de la Red Española con especial indicación de las Reservas de la Biosfera declaradas en las Islas Canarias:

Figura 3. Reservas de la Biosfera declaradas en el Archipiélago Canario

Nota: el mapa no está actualizado porque falta la inclusión de la reciente declaración 

del Macizo de Anaga (isla de Tenerife) como Reserva de la Biosfera

Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España, 2016

5. Macizo de Anaga: Reserva de la Biosfera

El Macizo de Anaga se localiza en la isla de Tenerife (comunidad autónoma de Canarias, España), específicamente en el sector nororiental de la misma. Según datos de UNESCO (2016), el Macizo de Anaga fue declarado Reserva de la Biosfera durante la sesión del Consejo Internacional de Coordinación (CIC) del Programa MaB celebrada en la ciudad de París entre el 6 y 12 de junio de 2015.

Este macizo ocupa parcialmente tres municipios de la isla, San Cristóbal de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. La superficie total de la Reserva es de 48.727,61 hectáreas, lo que supone aproximadamente el 24% del espacio insular (cálculos a partir del Instituto Canario de Estadística, 2016), de las cuales 15.489,01 hectáreas corresponden al medio terrestre y 33.238,6 al medio marino (Gobierno de España, 2016) (figura 4).

Figura 4. Mapa de zonificación de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga

Fuente: mapa elaborado y cedido para este artículo por Antonio José Rojas González (2016), al que agradecemos su colaboración

La Reserva destaca por su riqueza paisajística y diversidad faunística, específicamente la fauna invertebrada, con 1.900 especies registradas. Además, Anaga constituye uno de los macizos antiguos de Tenerife, es decir, se trata de una de las zonas más antiguas de la isla desde el punto de vista geológico, con edades para las rocas que oscilan entre 7,0 y 3,6 millones de años (Anguita et al, 2002). La combinación de ciclos de actividad volcánica y de modelado ha originado contrastes geomorfológicos muy interesantes.

La población de la Reserva asciende a 22.249 habitantes permanentes según UNESCO (2016). Las actividades económicas tradicionalmente más relevantes de la población local han sido la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca; esta situación ha cambiado en las últimas décadas debido al desarrollo turístico insular, siendo Anaga una de las zonas más visitadas diariamente de Tenerife.

El Macizo de Anaga constituye un ámbito de la isla que ha estado ocupado por los seres humanos desde la Conquista hasta la actualidad, y consideramos que este factor debe ser muy valorado en la reciente declaración como Reserva de la Biosfera. La población local ha tenido que desarrollar múltiples estrategias de adaptación a un entorno que, aunque dispone de recursos hídricos y biológicos, está caracterizado por las pendientes acusadas que han dificultado, por ejemplo, las comunicaciones entre unos valles y otros.

Somos conscientes de que esta distinción supone un nuevo reto para Anaga y una gran oportunidad para combinar el desarrollo de la población local, la conservación y puesta en valor del patrimonio natural y cultural, y la actividad turística. Para que este reto tenga éxito, entendemos que será necesario un trabajo colaborativo activo entre los agentes implicados (población, administraciones, entidades, empresas, etcétera), para que el tan mencionado desarrollo sostenible deje de ser una entelequia.

Fuentes consultadas

ANGUITA, F. et al. (2002) Los volcanes de Canarias. Guía geológica e itinerarios. Madrid: Rueda.

CABILDO DE GRAN CANARIA (2016) Gran Canaria Reserva de la Biosfera. [En línea] Disponible en: http://reserva-biosfera.grancanaria.com/home [Consulta: 7 de enero de 2016].

GOBIERNO DE ESPAÑA (2016) Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. [En línea] Disponible en: http://www.magrama.gob.es/es/ [Consulta: 13 de enero de 2016].

ISTAC (2016) Instituto Canario de Estadística. [En línea] Disponible en: http://www.gobiernodecanarias.org/istac/ [Consulta: 13 de enero de 2016].

MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA (2016) Red Española de Reservas de la Biosfera. [En línea] Disponible en: http://rerb.oapn.es/ [Consulta: 7 de enero de 2016].

ROJAS GONZÁLEZ, A. J. (2016) Mapa de Zonación – Propuesta de Reserva de Biosfera del Macizo de Anaga. Escala 1:80.000 (para DIN A-2). Mapa cedido mediante comunicación personal. 

UNESCO (2016) United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization. [En línea] Disponible en: http://en.unesco.org/ [Consulta: 7 de enero de 2016].